Somos un grupo de mujeres de San Luis que nos juntamos a partir de la necesidad de hacer algo con todo lo que sentimos y pensamos sobre estar siendo Mujeres en este mundo, donde sufrimos el machismo en cada lugar donde estamos…
Nos conocimos organizando el viaje a Córdoba al XXII Encuentro Nacional de Mujeres, al que asistimos un grupo de 20. Este año somos 50 las que vamos a Neuquén al XXIII Encuentro Nacional de Mujeres… y así vamos, nos vamos juntando, para poder hacer de nuestros caminos, algo nuevo…
Las mujeres que participamos de este espacio, también participamos de grupos de trabajo en los barrios, de organizaciones políticas, espacios artísticos, donde llevamos con nosotras la incomodidad que impone el feminismo.
Nos empezamos a juntar y a discutir mucho sobre que teníamos que hacer, o como podíamos empezar a trabajar para cambiar las relaciones cotidianas. Pensamos que era necesario hacer del grupo un espacio de autoconciencia, donde reflexionar sobre nuestros propios prejuicios
y machismos. Esto para nosotras ya era “hacer algo”…
En este tiempo hemos tratado de construir una representación diferente del mundo, liberándonos un poco de las estructuras que nos aprisionan y nos tienen sujetas a determinadas posiciones y lugares que no nos dejan ver que hay otra forma de vivir, tanto nuestra condición de humanas como de mujeres, y formar ideas diferentes acerca de nuestro cuerpo y todo nuestro ser para generar un cambio en las conciencias, tanto de otras mujeres como de los varones, para así ir caminando de a poco hacia otros caminos en donde prime la humanidad en las relaciones entre las personas y no haya jerarquías arbitrarias que nos infundan respeto mediante el miedo.
De lo que se trata es de construir alternativas para un mundo más habitable, donde exista una igualdad real de oportunidades entre hombres y mujeres.
Por eso creemos que necesariamente las corrientes feministas deben ser conocidas y profundizadas, debatidas en todos los ámbitos, pues debe saberse y defenderse la idea de que el o los feminismos no pueden nunca equiparase al machismo, pues mientras este último sólo desea la subordinación de las mujeres al sexo masculino (para cuyo fin puede utilizar cualquier medio), el primero anhela con todas sus fuerzas la igualdad en todos los sentidos.
Como dice Emma Goldman, para las mujeres el cambio no viene de reformas, sino de una revolución de las propias mujeres; no de la conquista de poder, si no de la liberación del peso de las tradiciones, las costumbres y las imposiciones sociales. “El desarrollo de la mujer, su independencia debe surgir de ella misma y es ella quien deberá llevarlos a cabo, primero afirmándose como personalidad y no como mercancía sexual, segundo rechaza el derecho que cualquiera pretenda ejercer sobre su cuerpo, negándose a engendrar hijos a menos que sea ella quien lo desee, negándose a ser sierva de Dios, del estado, de la sociedad, de la familia.”
Es decir que, las diferencias biológicas son deterministas, pero en cuanto que somos seres culturales esa biología ya no determina nuestros comportamientos. El objetivo de los estudios de género y la teoría feminista es demostrar que lo biológico no determina el género. Cuando en realidad el género es una construcción social y cultural. Es decir que, las diferencias biológicas son deterministas, pero en cuanto que somos seres culturales esa biología ya no determina nuestros comportamientos.
El objetivo de la práctica y teoría feminista es para nosotras, demostrar que lo biológico no determina el género. Cuando en realidad el género es una construcción social y cultural.
Entonces decimos que, el problema no es la diferencia en si misma. El problema radica en que sobre la diferencia se construyeron desigualdades, establecidas por las clases dominantes a lo largo de la historia.
El feminismo es para nosotras una revolución política, porque nos permite distinguir lo cultural de lo biológico. Ha trasladado el problema de la dominación de las mujeres al territorio de la voluntad y de la responsabilidad humana.
Hemos escuchado discursos donde se dice que la situación actual de la mujer es diferente, ha cambiado, ya no “hay tanta diferencia en relación al varón”. Sin embargo vemos que las formas que asume el patriarcado varia según las condiciones culturales, políticas, económicas, religiosas y sociales de un país contexto. El patriarcado utiliza otros instrumentos como medios de comunicación, para mantener los estereotipos y roles sexuales, la discriminación laboral y económica, y sobre todo la violencia de genero que existe puertas adentro.
Por lo tanto decimos que el objetivo del feminismo como organización política es acabar con el patriarcado donde la mujer es subordinada por el macho.
Pero… ¿Qué es el patriarcado?
Según Dolors Reguant en “La mujer no existe” el patriarcado es “una forma de organización política, económica, religiosa y social, basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón en la que se da el predominio de los hombres sobre las mujeres; del marido sobre las esposas; del padre sobre la madre, los hijos y las hijas; de los viejos sobre los jóvenes; y de la línea de descendencia paterna sobre la materna. El patriarcado ha surgido de una toma de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres y de sus productos, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo perpetúan como única estructura posible”
sábado, 29 de noviembre de 2008
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